Durante estas vacaciones el campamento de scouts hombres se realizó en Parral a orillas del rio Perquilauquén, en donde destacó la alegría y los juegos propios del espíritu scout. Siempre primó la preocupación por el prójimo y la amistad en Cristo.
Se vivió un campamento histórico, ya que a pasear de tener harta lluvia se logró mantener un gran ambiente de campamento en donde destacó la alegría, los juegos y actividades que regularmente se hacen. A pesar de las dificultades y la necesidad de volver un día antes de lo planificado, en esta ocasión se puso a prueba el grupo desde el espíritu del scout, en donde salió lo mejor de los jóvenes quienes mostraron su servicio con el prójimo, poniendo siempre las necesidades del otro por encima de las propias.
Martín Ferrer, 6ºB: “Estuvo muy bueno. Se inundó todo pero lo pasé mejor de lo que sufrí, lo más me gustó lo mejor fue estar en mi seisena debajo del toldo, bajo la lluvia disfrutando . Aunque pase frío estábamos felices”.
Diego Cuevas, 6ºB: “El campamento estuvo bakán a pesar de la lluvia. Me gustaron mucho los juegos nocturnos. Cocinamos y nos quedó muy rico, estaba muy rica la comida en general”.
Alfonso Beltrán, 5ºB: “Me gustó el campamento por temas diversos, y porque fue único, ya que nevó. Lo pasé super bien con mis amigos a pesar de la lluvia. Los que no fueron se perdieron de algo muy bakán”.
Salvador Gándara, (L10):”Este campamento de invierno para mi fue vivir en plenitud con la comunidad scout; tengo la experiencia de haber sido scout, Jefe y Jefe de Grupo del Colegio San Lorenzo, donde sin duda pude experimentar mis mejores años como scout, pero el abrirme a esta oportunidad de tutoría en el campamento de San Anselmo, sobretodo desde la posición de invitado, fue un espacio de alegría constante y de desvivirse con mucha energía por el otro, principalmente por los alumnos menores del colegio que son los que más sufren de Mamitis o Papitis. Aparentemente se puede pensar que hay cosas muy distintas en los distintos grupos, para la cotidianidad del día se asemeja muchísimo, sobre todo cuando se adapta el horario pensando en los más chicos y en las necesidades de las secciones. Actividades comunes como El Día Olímpico o la Liturgia de Grupo Scout. Mantienen la similitud de que en estas comunidades se experimenta la vida alternativa que vivía el Santo Benito.
Nos llovió, nos granizó y nos nevó, eso si que es una experiencia única, que me invitó a ver en la comunidad de jefes una alegría ante el desafío, una gran actitud ante la adversidad y un inmenso corazón con fe para mantener en alto la moral de todos los participantes del campamento. Me sentí muy acogido por las secciones y a pesar de las situaciones puntuales como un fuego que no prendió para un almuerzo o un puente que desapareció cuando subió un poco el agua, todo eso, fueron detalles ante la felicidad en los rostros de los hermanos scout”.