La instalación de una gran cruz, sobre uno de los cerros del Monasterio, dio inicio a las actividades de Semana Santa en San José de Mallín Grande. Durante el Domingo de Ramos, un grupo de la casa san Beda fue a misa a Tranquilo y, otro grupo, a Mallín Grande donde Jesús, montado sobre un burro, recorrió las calles del pueblo. Mientras tanto, la casa Santa Hilda vivió los bautizos que se realizaron en Guadal.
El Miércoles Santo, tanto las personas de San Beda como de Santa Hilda, hicieron una liturgia penitencial en cada casa. En la tarde, el Abad Richard Yeo OSB presidió las celebraciones del Triduo Pascual a las que asistieron los alumnos y exalumnos de los colegios de Manquehue, quienes estuvieron en las diferentes casas de formación y en el Puesto San Agustín.
En la tarde del jueves, todos los presentes en la Escuela de Formación fueron a Mallín Grande a la misa de la Cena del Señor. Después de esta, se hizo una convivencia en el salón de la capilla y, posteriormente, volvieron al Monasterio para tener Completas donde también cantaron “Mi alma está triste” y realizaron una rueda de Canto a lo Divino.
El viernes, se realizaron diferentes Vía Crucis en los pueblos junto a las comunidades cristianas. El sábado se llevó la comunión a los enfermos y, en la noche, llenos de alegría, celebraron la Vigilia Pascual a la que llegaron algunos vecinos. Las actividades terminaron con todos los presentes cantando y compartiendo un ágape a la orilla del fogón.
Miércoles 10, instalación de la cruz
“Para mí fue un regalo inmenso haber subido la cruz para dar comienzo a la Semana Santa, ya que pude recordar lo que Jesús pasó cuando tuvo que cargar con ella. El ambiente de oración que había me sirvió mucho para reflexionar acerca de la Pasión de Cristo mientras subíamos el cerro. Hubo cansancio, sí, pero todo eso quedó en la cruz una vez lista. No cabe duda en que fue un momento muy emocionante que me dio mucha paz y alegría al corazón”.
Dariela Salazar
Formanda CSL
Domingo de Ramos
“Me tocó vivir por primera vez un Domingo de Ramos fuera del colegio San Anselmo. Estuve encargado de hacer los ramos para las personas que no tenían. Nos acompañó un tercio de Mallín Grande.. El padre llegó tarde a la Celebración de la Palabra que iniciaba la procesión, así que nos tocó hacernos cargo, dar la comunión y de bendecir los ramos. Estos detalles hizo que este día fuera aún más especial de lo que era, y junto al burro fuimos cantando y anunciando la llegada de Cristo al pueblo. Una comunidad que se mostraba motivada con lo que iba a pasar en los próximos días”.
Juan Pablo Aller
Ex alumno CSA A12
Miércoles Santo
“Desde hace muy poco tiempo que me hace sentido el sacramento de la Confesión. Antes no sabía, o no había asimilado que es el momento en el que me reconcilio con el Cristo que llevo en el corazón. Esta ha sido la segunda confesión en la que realmente me he sentido conmovida por el tierno amor que Cristo me tiene. Me asombra su infinita misericordia, porque su perdón es eterno. Al reconciliarme con él, reconozco que soy amada, soy su hija, preciosa a sus ojos, y a quien le tiene un plan perfecto de amor. Mi vida cobra sentido, es una historia de amor y perdón infinito, donde el pecado no es un error, sino que es el momento en el que Cristo tiene la oportunidad de sanarme y salvarme con su amor.
Todas estas palabras no las podría pensar ni decir si no fuera por su perdón, que me entrega paz y me permite verme a mi misma con otros ojos. No solo es reconciliarme con él, sino también conmigo. Me siento digna para recibir su perdón, porque siempre puedo volver a él”.
Antonia Irigoin
Alumna CSB
Jueves Santo
“El jueves me llegó mucho el lavado de pies, esta acción de amor que hizo por sus amigos. Me sentí amado de la misma manera por Dios a través de la comunidad, un amor por encima de mis debilidades. La oración en el Huerto me hizo recordar las palabras de Jesús por Pedro, “yo he rogado por ti” (Lc 22,32), y la certeza de que Jesús está rezando también por mí, me dio mucha alegría y paz en ese momento de oración en silencio”.
Clement Kouzmenkoz
Formando San Beda
Viernes Santo
“Vivir el Vía Crucis en Mallín Grande fue una experiencia inolvidable. Una instancia muy fuerte de comunidad, oración y fe. Llegaron todos los niños de la escuela, a los cuales les teníamos varios disfraces para poder representar las diferentes escenas. Llegaron más personas de las que esperábamos, como, por ejemplo, la señora María Soto, que la invitamos, pero como vive tan lejos, era poco probable que llegara. Pero ahí estaba, luego de caminar y hacer dedo. A mí me tocó representar a Jesús, y el hecho de caminar cargando la cruz me motivó a pensar en todo lo que estaba viviendo y a rezar, tanto personalmente como junto a toda la comunidad”.
Nicolás Bordon P.
Alumno CSA
“Las charlas que tuvimos durante la Semana Santa me encantaron. Pude entender mucho más lo que se está viviendo y me sirvieron para prepararme e involucrarme en todo lo que se ha vivido y lo que queda por vivir. También disfruté mucho el que todos los que participaron de las charlas estaban interesados y no había interrupciones que entorpecieran, esto hizo que todo fluyera y se entendieran los mensajes de los expositores”.
José Larenas
IV° CSA