Con la entrada de Jesús a Jerusalén damos inicio a la semana más importante para nosotros los cristianos. Durante estos días, “Jesús nos muestra cómo hemos de afrontar los momentos difíciles y las tentaciones más insidiosas, cultivando en nuestros corazones una paz que no es distanciamiento, no es impasividad o creerse un superhombre, sino que es un abandono confiado en el Padre y en su voluntad de salvación, de vida, de misericordia” (homilía papa Francisco Domingo de Ramos 2019). Así, permanecemos fieles en su camino de humildad que nos ilumina con su ejemplo para vivir nuestra fe.
Estamos llamados a tener esos mismos sentimientos de Cristo, a “vivir nuestro Bautismo a través de un camino de escucha, obediencia y renuncia, es decir un camino de humildad que nos enseña a inclinar el oído del corazón para “que Cristo, Señor y verdadero Rey, reine en nuestra vida con toda la plenitud de su poder y nos lleve de vuelta al Padre” (CH 23-24).
En estos días santos, se nos invita a nacer de nuevo, a renovarnos revestiéndonos de Cristo, haciendo nueva nuestra escucha de la Palabra, de nuestra vida en el amor de Dios. Dispongamos todo nuestro pensar y actuar para que sean reflejo de ese amor. Busquemos en todo a Dios, reconozcamos que Dios es todo en todo y renovemos nuestra mirada con los ojos de Jesucristo.
Los invitamos a participar en familia, con Jesús en el corazón, de las actividades que realizaremos como Comunidad Anselmina. Agradezcamos el paso del Señor por nuestra vida, acompañémoslo en su Pasión y Muerte, y alegrémonos celebrando juntos su Resurrección.