Queremos compartir con nuestra comunidad algo de lo que ha sido el viaje de nuestros alumnos y ex alumnos a la JMJ en Cracovia 2016.
El viernes 22 cada comunidad tuvo actividades con su parroquia hasta medio día, para luego reunirse y comenzar el peregrinaje, junto a muchos jóvenes polacos y de otros países, hacia el santuario de la Virgen Dolorosa de Limanowa. El trayecto fue una celebración de la fe, en donde nuestros peregrinos cantaron canciones en distintos idiomas.
Una vez en el Santuario, rezaron juntos la coronilla de la divina misericordia y después se fueron al festival juvenil en donde se subieron al escenario para bailar un pie de cueca, mostrando a todos los presentes nuestro baile típico y la vestimenta. También, ellos pudieron disfrutar y conocer los bailes tradicionales de los otros países.
Para terminar ese día se realizó una muy bonita misa al aire libre y se hizo una adoración cantada en la basílica.
El sábado tuvieron la oportunidad de conocer Auzschwitz. Según comentaron “fue bien impresionante poder ver todo lo que significa un campo de concentración, a través del mensaje de la misericordia. Además de conocer el lugar, y las dependencias donde ocurrió la gran tragedia de nuestra época, pudimos levantar la mirada al perdón y al “combatir el mal con el bien” del que tanto hablaba San Juan Pablo II”, explicaron.
La convivencia con las familia polacas que alojan a nuestros peregrinos, los ayudó a enriquecer la visita, ya que muchos tuvieron la oportunidad de conversar del tema, y al conocer su cultura aprendieron de lo que es levantarse una y otra vez, confiando en la misericordia.
Después de la visita al campo de concentración fueron a Stary Sacz donde hubo un concierto para toda la diócesis de Tarnow, casi 20.000 personas y nuestros peregrinos bailaron frente a todos ellos. Ahí también vivieron un emocionante encuentro con un grupo de ingleses ex-alumnos de Ampleforth, Donwside y Worth.
El domingo compartieron con las familias que los acogieron estos primeros días. Cada familia organizó distintos panoramas para poder compartir durante el día: algunos subieron cerros, otros tuvieron asados familiares y otros recorrieron la ciudad de Limanowa.
Ayer lunes, hubo una misa en la mañana, y después llegó el momento de despedirse de las familias polacas para partir hacia Cracovia. “Fue muy emocionante la despedida, con sentimientos encontrados entre la tristeza por dejar atrás a personas que nos habían abierto de par en par las puertas de sus casas y la alegría de los próximos días de encuentro en Cracovia”, comentaron.
Hoy vivirán la misa inaugural de la JMJ