Puede sonar extraño, pero así fue. Los visitó Khristian Briones, un ex reo quien a través de un conmovedor testimonio de vida compartió cómo este recluso, que pasó más de 15 años privado de libertad, logró romper con mucho esfuerzo y ayuda, el círculo de la delincuencia.
La charla de Briones se enmarca como parte del tópico de Dignidad Humana de Doctrina social de la Iglesia de la asignatura de Religión.
Su relato no dejó indiferente a nadie. Proveniente de familia drogadicta, a los 6 años ya estaba en la calle junto a su hermano, aprendiendo a delinquir y consumiendo drogas. Antes de los 18 años ya había entrado y escapado del SEMANE más de 15 veces,y se había armado una reputación en la sub cultura delictual. A los 19 fue condenado a 14 años de presidio por robo con intimidación donde conoció la crudeza de la cárcel; las peleas, constantes, con cuchillos y el consumo de drogas de todo tipo. El trato deshumanizado que recibió lo hizo endurecerse más y llegar a ser el líder del pabellón. Unos meses antes de salir en libertad , Briones cuenta cómo conoció a un sacerdote católico que iba a hacer misa una vez a la semana, él lo ayudaba porque así ganaba algunos pesos, pero a la vez con él experimentó, por primera vez en sus 30 años, lo que era sentirse tratado como persona: “Nunca nadie me había preguntado y llamado por mi nombre ni me había preguntado por mi o mi historia. Yo aprendí a ser el “choro” robando y mientras más la embarrá dejé, más se sube en la escala social de los delincuentes”.
Junto a este sacerdote consiguió su primer trabajo y luego de perderlo, volver a la droga y tocar fondo nuevamente, el sacerdote le consiguió entrar a un centro de rehabilitación en el que terminó el colegio para posteriormente estudiar Técnico Social en un Instituto.
Hoy cuenta con orgullo que es el fundador de la Fundación Dimas, nombre inspirado en el Buen Ladrón, quien fue crucificado y fue el primer hombre en entrar al cielo junto a Jesús.
La Fundación Dimas tiene por objetivo la evangelización y la inserción laboral de los internos que salen en libertad. “Es muy difícil para un ex delincuente salir de la cárcel porque nadie contrata a personas con antecedentes y además que uno que ha vivido siempre en la cultura delictual no sabe cómo comportarse en el mundo del trabajo por eso yo hablo de inserción, no de reinserción porque nunca han estado insertos en la sociedad”, contó Khristian. Así la Fundación Dimas contempla el trabajo con los internos, sus familias y la implementación del primer pabellón catolico de Chile en el Presidio Colina 2, donde los reos podrán vivir en una situación digna y libre de violencia. El programa contempla ayuda en el ámbito sico-social, talleres de espiritualidad y deportivos. Al salir de la cárcel a estos internos se les ofrecerá trabajo en la misma fundación que tiene una empresa de despacho de agua embotellada, para luego buscar insertarlos en el mundo laboral y así contribuir a romper el círculo de la delincuencia.
Su misión es gigantesca y necesita de toda la ayuda que se le pueda brindar. Por eso los invitamos a seguir la siguiente cuenta de Instagram @fdimaschile y a votar por él como “el Súper Chileno del Año” en www.chilepremios.cl
“Me llegó mucho este testimonio. Me incentivó a ayudar a la gente presa. Realmente no sabía o nunca le había tomado el peso a todo lo que les cuesta insertarse en la sociedad. Me motivó a tener más presente a Dios. El ver a una persona que perdió todo, pero salió adelante y que además tiene ganas de ayudar a los demás. Impactante.
Escuchar a una persona que a pensar de la violencia en la que se crío, de las drogas, de la cárcel y a pesar de que se cayó muchas veces, se supo poner de pie siento positivo para ser un aporte a la sociedad, me parece muy rescatable”.
Tomas Arteaga IV° B
“Escuchar khristian me hizo recordar lo importante q es oír y hacer eco de estos testimonios de vida. Me invitó a hacer un cambio como joven, para ayudar a que salgan adelante. Él dijo que con su decisión de cambiar y de dejar de delinquir, él evitado que 2 mil personas hayan sido víctimas directas de la delincuencia que él generaba al asaltar a dos personas diarias. Siento que me invita a hacer un cambio y que de nosotros depende ayudar y realmente actuar”.
Daniela Espinoza IV°A