“Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis; porque de ellos es el reino de los cielos”. (Mt 19, 14)
Los niños estuvieron en sus salas compartiendo actividades de Semana Santa con sus profesoras de sala. Una de las misses representaba a Jesús y vivieron la representación de lo que había sido el lavatorio de pies y la Última Cena.
Se puso agua tibia en una tinaja plástica y cada niño, que quería se podía acercar con sus pies para ser lavados y secados por su profesora. Luego compartieron un pan entorno a la mesa, representativo como la Última Cena.