Desde hace un par de años, nuestra decanía participa de la celebración de la Virgen del Carmen, en el Templo Votivo de Maipú, a través de la Carpa de Lectio. Diferentes miembros de nuestra comunidad, y del Movimiento Apostólico Manquehue, compartieron la alegría de encontrarse con Cristo enseñando y compartiendo el regalo de la Lectio Divina.
De nuestra comunidad anselmina participaron apoderados que hicieron un espacio en sus vacaciones para encontrarse con Cristo y la Palabra. Dios llama y, quienes escuchan, se sorprenden con los dones que regala sin pedir nada a cambio.
No íbamos a ir con mi marido porque estábamos de vacaciones en la playa, pero tres días antes del Encuentro sentí un llamado especial. Era de índole espiritual y me hizo querer ir, aún si fuera sola y en bus. Mi marido intrigado, no entendía este empecinamiento, pero me acompañó. Yo pensaba ¿a quién me está enviando la Virgen? Ya sabía que era a una persona específica.
Cuando llegamos estaba comenzando una misa así es que decidimos participar en ella antes de empezar nuestro “trabajo”. En medio del Evangelio una mujer hedionda y con cara deforme se puso a gritar imponiendo “¡Permiso!” para atravesar todo el Templo. Nos distrajo a todos del Evangelio… ¿Endemoniada?
Cuando me tocó recibir a la gente para hacer Lectio, ¿quién creen que me tocó? Ella, solo ella… Nadie más quiso compartir la mesa con nosotras. Mientras leíamos el Evangelio la ví mansa, casi bella, amada.
Por ella fue que fui.Ángela Steel, Apoderada CSA.
Este año la organización estuvo a cargo de la Pastoral del Colegio San Lorenzo quienes pusieron todo su esfuerzo para hacer de este encuentro todo un éxito:
Con nervios al principio, pero convencida de que, el Señor está a cargo y yo solo debía estar dispuesta y confiada. ¡Fue una jornada maravillosa! Primera vez que nos toca como colegio organizar. Nos facilitaron toda la implementación y tuvimos una muy buena acogida de parte de los colaboradores del Templo. Desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde, compartimos el tesoro de la Lectio con los peregrinos y vivir la experiencia con el MAM donde tenemos la oportunidad de ser un solo Espíritu. Somos la vasija que transporta el tesoro y capaz de llegar al confín del mundo, al corazón del hombre.
Juana Vallejos, Pastoral CSL