Este martes, con motivo del día internacional del Síndrome de Down, como Colegio quisimos ampliar la mirada para fortalecer el valor y respeto a las diferencias. Es por esto, que realizamos diferentes actividades que lograron fortalecer la idea de que las diferencias nos enriquecen, complementan y permiten que nuestra comunidad sea un mejor lugar para aprender, compartir y crecer.
Comenzamos el día recibiendo con alegría a todos, dando la bienvenida a los alumnos(as) en la entrada del Colegio y entregando las pulseras con el mensaje: en este barco somos todos únicos, queridos e importantes, para sellar como comunidad la celebración y el valor que les damos a las diferencias y originalidad de cada uno.
En la oración de la mañana cada uno estuvo centrado en escuchar a Dios, que nos conoce a cada uno, porque nos ha creado con amor. Él nos ha dado a cada uno dones y características especiales para que cada curso sea un tesoro.
Cada sala realizó una actividad propia, liderada por su profesore jefe, donde se pudo reflexionar en comunidad sobre la importancia de respetar, acoger, y valorar las diferencias, haciendo viva nuestras características benedictinas. Para reforzar estas ideas, los recreos entretenidos fueron clave y poder festejar así, junto a nuestros alumnos, con alegría que en este barco somos todos únicos, queridos e importantes.
Junto con lo vivido este martes, se invitó a las familias anselminas a desarrollar una actividad en familia, para acoger la diferencia, para complementar lo vivido en el Colegio y poder apoyar en la educación de nuestros estudiantes, en el desafío de educar en torno a las diferencias, modelando y enseñando a nuestros niños y adolescentes a valorar y aprender de otros. En el barco del Colegio San Anselmo, cada uno aporta de manera muy significativa desde su originalidad, ya que todos aprendemos unos de otros .
Entonces tú sabes ¿cuál es la riqueza de que seamos diferentes entre nosotros?